Empezaré el blog como se debe empezar con el Curry: MILD.
Y eso... sólo porque en realidad no se como empezar.
Siempre he sentido que hablar de comida puede parecer un poco presuntuoso, digo, no es lo mismo que decir ¨tengo todo este conocimiento sobre deporte... o política... o arte¨. Hablar de comida implica que has ido por ella.
No se exactamente de donde me nació el amor a la cocina. Pero el amor a la comida se exactamente de donde surgió.
Desde que tengo memoria mi papá en diferentes viajes y en la casa nos enseñó a mi hermana y a mi a probar de todo. A no decir ¨no me gusta¨ sin antes por lo menos probar. Pero la lección más importante fue siempre conocer de donde vienen nuestros alimentos, saber escoger frutas y verduras, conocer a los productores, a los comerciantes y la experiencia completa del mercado. Así acumulamos información valiosa como: ¿dónde comprar pescado para sashimi?, que tan dulce es la miel de agave, saludar siempre a Héctor y a Marta aunque hubiéramos comprado pollo en Costco, etc.. Y creo que de una mezcla de eso, más la compulsividad para comprar que llevamos en el ADN, el amor a los utensilios, Pinterest y la adicción que me dio a los programas de cocina fue que desde la adolescencia Alba (mi hermana) y yo empezamos nuestra educación culinaria autodidacta.Después vinieron las intolerancias :/ En la época de lo orgánico y las dietas veganas, Alba descubrió que era intolerante a la lactosa y yo al gluten. Considero todas las dietas alternativas un reto emocionante, no es fácil ni barato, pero descubrir nuevos sabores e ingredientes es muy gratificante. Hace poco hice un panqué de harina de arroz y persimos y la verdad que no le pedía nada a ningún otro pan que haya hecho antes. Es entonces cuando me pregunto... ¿porqué le hacemos el feo a los vegetarianos? (aunque no yo no concibo comer sin carne) ¿a los paleo? ¿a los crudívoros? ¿a los ovolactovegetarianos? Lo que trato de decir es que la diversidad de dietas debería normalizarse, lo que no está bien es que pretendamos todos comer lo mismo. Y no tiene nada de malo si llegas a la tiendita de la esquina y no puedes comer nada porque todo tiene leche, GMO, soya, gluten, carne, derivados de maíz, grasas saturadas o trans.
Supongo que aún nos falta un largo camino para eso.Y como el amor entra por los ojos,
Les dejo un par de pelis que vi recientemente sobre comida, ninguna gran joya de la cinematografía pero que captan el amor a la comida y me hicieron salivar. Chef (2014) de Jon Favreau, quién también protagoniza. Un chef gordo redescubre su amor por la comida en su estado más puro, comer para sentirte bien, en éste caso; la comida latina y la cerveza. Realmente tiene secuencias donde te vas a querer meter a la pantalla. The Hundred-foot journey (2014) de Lasse Hallstrom que dirigió también ¨Chocolat¨. Es una película del tipo que le van a gustar a tu mamá, pero creo ilustra bien el concepto de cocina clásica, el choque de culturas y la dirección de arte es muy lindo. Pero sobre todo habla de este amor loco por la comida.Si alguien las ve o ya las vio dígame si es imaginación mía o las dos películas están filmadas en la misma cocina!? Aun no se a donde me lleven estas reflexiones, espero que a compartir y a seguir comiendo :)
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